Ellos un día se conocieron y se amaron ciegamente, se bañaron entre besos, se llenaron de caricias, prometieron regalarse; regalarse el mundo entero, fueron todo par ambos y ambos fueron para todo, fueron uno, fueron. Hasta que un día como aquel en el que se conocieron y como si el otro no existiera, se borraron para siempre con la goma de la indiferencia y se dejaron solos.